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miércoles, 28 de octubre de 2020

Un cambio de verdad

 

Gabi Martínez
Seix Barral 2020
Presentación en Sitges. ME Sitges Terramar.



Es una historia jamás contada. Es volver a una cuenta atrás y entrar en un tiempo antiguo del que salió su madre, su abuelo, un tiempo de frío extremeño que no existía porque nadie lo había contado, leído porque nadie lo había escrito. Y así empieza el relato de un año dedicado a vivir o revivir la experiencia de ser pastor en la tierra en la que antes lo había sido su madre. Pero así dicho, se queda en poco. El libro es vivir la experiencia de la vuelta atrás en un país que ha abandonado lo rural para instalarse en lo urbano, abandonar un vida imposible para buscas un trabajo por el que te paguen y del que puedas vivir. Eso eran los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, años en los que todos los que dejaron atrás la naturaleza, sus paisajes y con ellos la pobreza, prosperaron. Y así fue en las siguientes décadas. Pero las cosas se han complicado. Las ciudades industriales del país, la política globalizadora, la inestabilidad de los empleos, hace volver la mirada sobre el país de los abuelos, donde en muchos casos se sigue manteniendo la casa y los recuerdos. Volver la mirada  y literalmente volver hacía atrás e intentar abrir ahí una brecha en el mismo lugar donde ellos lo dejaron, con vecinos a los que ya no conocen, con una forma de vida que no entienden, costumbres, comidas, sensaciones que fueron olvidadas y que nadie volvió a enseñar, ni a los hijos, ni a los nietos. Y así hasta que alguien con el bagaje cultural y existencial de Gabi Martínez, deja Cataluña y sus viajes por el mundo y se le ocurre volver a la Siberia extremeña, el origen del origen e instalarse en una cabaña ganadera para cuidar de un rebaño de ovejas, sin cama, sin calefacción, sin baño, sin agua caliente, en un año de lluvias, en mitad de la dehesa, con una mastina como única protección y compañía y el trabajo, un trabajo que no conoce, que tiene que aprender, y en ese aprendizaje entran todos los sentidos y su atrofiada sensibilidad. La trama es contar, no como un diario, esa estancia, describir los paisajes, que siguen siendo los primigenios del hombre, el trabajo de pastor, el trato con las ovejas, los perros, los vecinos y la desconfianza de los pueblos, el recuerdo de sus antepasados en la memoria de esas bocas, el mercado, la caza, los cazadores, la política, el desinterés por que todo cambie sin que nada cambie. Y el vacío, el intento de entender esa vida olvidándose de quién es y como ha vivido hasta entonces, su hijo, su casa, sus comodidades, poder contar con las palabras correctas, palabras que sirven para señalar cosas, que tienen nombres que han dejado de usarse y de existir. Ese viaje de oveja negra, termina con la compañía del hijo, ese hijo que no sabe nada de su padre, que se quita el disfraz y aparece desnudo ante él, como un dios antiguo. A partir de ahí la vida, como el viaje, se construye y cambia, cambia y se construye de verdad.



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