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martes, 21 de diciembre de 2021

DERBI Poema 15



15


Duchas baratas,

camas calientes,

esa era la pensión.


Persianas caídas por el viento,

argelinos al final de la calle,

negros junto a los contenedores,

morralla pegada a los portales

esperando una oportunidad.


Y en el medio de ese camino estoy yo,

seguro de pasar al lado de todos ellos,

seguro de perder,

seguro de mis cuatro nudos,

de los cables,

las correas,

el engranaje,

seguro de pisar a fondo aunque vengan curvas,

con las gomas gastadas, si ¡y qué!.


Esperando estoy yo también, como todos los del barrio

y no terminas de llegar, nena.

Nunca estas cuando te espero.

Siempre apareces cuando ya no lo cuento.

Siempre,

como si fuera la primera vez.


 

domingo, 19 de diciembre de 2021

Sonido ambiente (4). Gato Urbina




                                                             Gato Urbina


Floren Urbina es un dandi, sus maneras son muy suaves, es amigo de Alberto García-Alix, del Dogo, Ángel Lirio, Lola Puñales, y conocedor de otros muchos muertos de la etapa dura de Madrid, cuando en los ochenta se soñaba con formar parte del cielo, en La Vía Láctea. Un día leyó Cuerdas de plata y desde entonces, sin conocernos, somos amigos. Hemos quedado en que yo le escriba poemas para que él los convierta en canciones de tres minutos, con cierto aire a Lou Reed, un músico y una música del siglo pasado que muchos milenials no han oído en su vida, en eso ninguna esperanza de triunfar. 

El nombre de guerra que tiene mi amigo es Gato Urbina. El otro día me envió un video con tres canciones, en una de ellas aparecen algunos versos de uno de los dieciséis poemas que le he mandado. Le escribo felicitándole por el trabajo, le recomiendo que busque un par más de músicos para que le acompañen, pero al parecer lo de reunirse a ensayar, a estas edades, después de haber sobrevivido a lo de Madrid en los ochenta, parece que no se articula demasiado bien. Le he vuelto a mandar más poemas y le animo a que los convierta en música. Y así estamos enredados: Urbina el Gato con su madeja, y yo con la mía, los dos rodeados de cadáveres que esperan sepultura y de chicos que no conocen una época en la que todas las canciones tenían nombre de droga, ni al viejo Lou y esta balada: “Just a perfect day / Drink Sangria in the park / And then later / When it gets dark,/ we go home Just a perfect day.”