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martes, 14 de marzo de 2023

Cauterio. Lucía Lijtmaer (Anagrama.2022)

 


Al colocar el queso como cebo en una ratonera, siempre hay que dejar espacio para el ratón. <<El huevo de pascua>>, SAKI


CAUTERIO. Leo en la solapa <<Lucía Lijtmaer (Buenos Aires, 1977) creció en Barcelona. Es escritora y crítica cultural. Es autora de entre otros libros, Casi nada que ponerte (Libros del Lince.2016), Yo también soy una chica lista (Ediciones Destino. 2017) y Ofendiditos (Anagrama. 2019)>>. La primera edición de Cauterio, en Anagrama, es del mes de marzo del año 2022, ese mismo mes llega a la tercera edición y en mayo a la cuarta; eso es lo que pone en mi ejemplar prestado por la biblioteca. 

 

No quiero conocer personalmente a Lucía, prefiero la foto de la solapa, esta que cuelgo aquí; prefiero imaginarla, mezclar imágenes, como en un batido de lo que me gusta y de lo que quiero. Sueño, me paso el tiempo soñando, Lijtmaer y Cauterio me hacen soñar con mi pasado, uno va teniendo más pasado que futuro y en ese trastorno lo que aprendo con todos los años vividos y sin vivir es que el tiempo es <<lo que pasa cuando no pasa nada>> (Richard Freynman); así que mientras leo no pasa nada, es decir me ensueño, pero todo ese tiempo no está pasando. Después vuelvo, miro hacia la ventana por si se posa en ella una tórtola gris (II. Deborah y la paloma gris); no quiero que eso suceda porque de otras veces, sé, que lo que ocurre en los libros mágicos, luego termina pasando en la realidad, por lo menos eso es lo que ocurre en los libros que yo escribo. Profecías, dictan profecías las sibilas, las brujas, las curanderas, las madres, las abuelas, los dioses antiguos y modernos, vivimos bajo esas profecías y en ellas hay ángeles de hermosas cabelleras y demonios. A Deborah, su curandera la advierte <<No olvides que el camino para ti será más importante que el destino>> a partir de aquí y con lo escrito antes por la sibila Lucía nos dirigimos hacia el lugar al que nos quiere llevar, sea o no nuestro desgraciado destino de lectores. Y repasa las tabernas de “lujo” de Barcelona, de Madrid, las que se quieren parecer a una taberna de antes, repasa amigas, chicas, chicos, y llega al tiempo paralelo, el otro tiempo, el de  Deborah que se ordena en el índice con números romanos. En este libro, los gustos de las mujeres, son los míos, los de Lucía, los manteles buenos, las azoteas, los hombres altos, el sol débil, frío, plácido frío del invierno, los deseos de tener una familia joven, guapa, con amigos, dejar atrás los after y a la vez ser una yegua extenuada y para todo eso hace falta dedicación y sacrificio, comprensión, saber escuchar planes que te tienen sin cuidado, así que abrazos y mentirillas, discusiones, los amigos de él, de vez en cuando las gritonas amigas de ella, cada vez menos importantes ocupando segundos y terceros planos que se alejan, bailar, salir, reír, caderas anchas. Veuve Clicquot, vestidos de elastano, kombucha, Diazepam… y Deborah contesta <<morir no es tan malo>> Todas dicen la verdad, en este libro todas las mujeres con más de treinta y cinco años dicen verdades y lamentos, también piensan más de lo que dicen y ríen más de lo que quieren para no pensar tanto, hasta Deborah, dice, piensa o confiesa <<Yo no sé lo que es la felicidad, de la misma manera que no sé lo que es el amor>> Todas cinceladas, traición a traición, todas; y pienso en Cristina Fallarás, Marina Espasa, Laura Fernández, Isabel Obiols, Isa Calderón, recorro fotos, labios pintados de rojo, todas riendo y diciendo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad en un juicio universal, gaviotas, gatos, Madrid-Barcelona, Londres, Salem, Canaán. Cauterio cicatriza, cuando una relación de pareja se pudre, termina convirtiendo a uno de los dos en “animal de compañía” y al otro en “cara de asco”. Cauterio es el remedio y la soledad, el miedo, la angustia, el terror; y dado el éxito del libro, el mercado señala que esas relaciones abundan en este nicho común de las parejas, guapas, jóvenes, feas o viejas, tristemente, la mayoría de nosotros pasa por ahí, por esa tierra donde nunca terminamos de construir un lugar (en Canaán) donde, cuando llegue el momento, poder descansar. ¿Y el dinero?, ya lo pongo yo, tú solo piensa en el amor. En el Amor. <<Todo saldrá bien>>, desde los veinte años te lo repiten una y mil veces,<< todo saldrá bien, todo saldrá bien>>

 

 

Nota 1: También escribo en mi diario: “Leo Cauterio de Lucía Lijtmaer: <<No quiero tener amigas. Ya tuve amigas y no me sirvió de nada>> Me pasa lo mismo, no quiero tener amigos, no sirve de nada.”

Nota 2: Esta obra ha contado con el apoyo de las Becas de Escritura Montserrat Roig del Ayuntamiento de Barcelona 2019. Ese año recibieron beca (entre otras), Olga Merino, Anna Bou, Robert Juan Cantavella, Alvaro Colomer y Toni Iturbe.

Nota 3: Cauterio me llamó desde la estantería de la biblioteca -léeme- dijo. Ese día fue el único que lo hizo, los demás libros callaron.

 

Aquí una tele-visión de Lucía

https://www.youtube.com/watch?v=3rL4t7eftNc

 





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