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sábado, 4 de febrero de 2012

LUGARES COMUNES de Camilo de Ory



Juan Bonilla : “un poema necesita estructura, necesita cadencia, necesita un misterio, y revela una verdad.

Algunos libros de poesía estremecen, como cuando coges un bebé. Como un bebé, crees que le harás daño o por alguna razón, crees que el que terminará sufriendo serás tu (pero tiene la piel áspera y apenas pesa) . Eso es lo que pasa con Lugares comunes, sobre todo cuando le quitas el celofán que lo recubre, como si fuera parte de la placenta y aparece un libro con veintisiete poemas en apenas treinta y tres páginas ásperas y que siendo tan pequeño ya se gana la vida el solo, como un perro.

Es un libro del año 2006, sometido en el año 2005 a un tribunal presidido por Francisco Brines. Desde entonces hasta hoy, estoy seguro de que ya todo el mundo lo conoce, incluso ya todo el mundo lo habrá olvidado, por eso reseño ahora y aquí, entre otras cosas porque cuanto más leo de esos espigones, y me asomo a sus fotografías que alguien cuelga en facebook, más pienso que Camilo no existe, que es un personaje más en una viñeta, (de todos esos personajes que me rodean y con los que convivo) y a la vez creo que cuando si existía y sangraba, alguien le vendó una mano, como se venda a los boxeadores antes de subir al ring y con la otra arañó todo lo que pudo. Algunos de esos arañazos están hoy aquí.

El otro día cuando me volví loco y me sumergí en un ataque de pánico, a nadie se le ocurrió leerme nada; me pusieron un palo en la boca, para no morder la lengua, me inyectaron un tranquilizante, después vitaminas, apagaron las luces, dejaron que descansara, tiraron todos los cigarrillos y las botellas de vodca y a nadie se le ocurrió leerme los paisajes marinos de este libro lleno de delfines y ríos secos, mujeres con alma y un circo.

Esta gente es extraña, esta gente y el día.
Las mujeres son secas, los niños son de polvo.
Están pero no están y no estarán mañana.

No se a donde llegará Camilo de Ory, supongo que alguna vez, entre chiste y viñeta, entre sarao y sarao,  vuelve a escribir poemas, relatos, novelas, que es en lo que uno termina siempre, porque sea lo que sea los poemas que escribe, te enseñan muchos caminos, un misterio, una verdad y muchos cigarrillos.

Supongo que todas las mujeres de Málaga, menores de veinte años, deben tener (o deberían), un ejemplar de este libro y un deseo: pedirle al poeta que las añada versos, uno más cada noche.. para que puedan olvidar y aprender de una vez, mientras sus novios o sus dueños, se entretienen con jugadores de futbol.

Las mujeres son siempre más hermosas de reojo

Y nada más.

Miro morir las piedras/ que dejan de ser piedras. /Miro pasar los barcos/ despacio, como barcos. /Las olas se repiten/como si fueran olas./El mar, por repetido,/deja de ser hermoso.”

martes, 31 de enero de 2012

FOBIAS


 

Hace un par de semanas que no publico nada en este blog, es por las siguientes consideraciones:
Estoy desarrollando distintas fobias, propias de un estado de inquietud, abatimiento, incomprensión, desarraigo, rutina y ruina. El nombre de dichas fobias, no lo conozco, ni se si tiene alguna clase de tratamiento,  tampoco he consultado a ningún especialista, tan solo he ido al oftalmólogo y al dentista, pero eso no son fobias, es miopía y piorrea. Las dos cosas parecen solucionadas, con unas gafas para poder ver de lejos y/o leer, según un sistema de mejor visión lateral, cristales cómodos, filtro Sun Max que retrasa la aparición de cataratas y previene la irritación ocular (850€). La limpieza del sarro, requiere anestesia de los cuatro cuadrantes para el raspado por debajo de la encía, el resultado es que en las dos sesiones me han dormido, además de las encías, los labios y parte de la nariz, por lo que vuelvo a casa como un boxeador sonado o como un sonado sin sensibilidad en la mitad inferior de la cara. El tratamiento me lo facilita en dentista de 27 años y una asistente torpe a la que se le caía todo (menos la calculadora), en un zulo-chiringuito por 500€ (se ha quedado con las ganas de colocarme dos fundas en dos muelas por otros 500€)
-De fmofmento no, –le digo conmocionado por la anestesia- Maf adelante
-Enjuáguese –me contesta- con cuidado.
 Es igual, me termino babeando el pecho. Final de dichos eventos. Y ahora ya directamente con las fobias finalistas de estas dos semanas:

Fobia 1.-
 
Desarrollo odio hacia mi mismo, cuando me comunican que voy a ser papá. Disimulo sentimientos de felicidad con mi pareja, planes de futuro, el nombre del niño o la niña, imagino un sin fin de situaciones, niñeras, colegios, el cochecito del niño, el asiento para el coche del niño, para cada uno de los coches, los pañales, ¿las subvenciones?,  que dan la extraña sensación de que es un momento de gran vitalidad y felicidad en mi vida, en nuestra vida de pareja… pero no es así, lo único que veo es una preocupación de cojones, porque van a llegar una serie de cambios que no me van a gustar nada (entre otros no poder viajar este año a China). De momento mi novia ha dejado de tomar café y embutidos. Al parecer, hay una larga lista de alimentos que pueden perjudicar al bebé. El pecho se le han hinchado de forma espectacular, yo he perdido todos los reflejos sexuales y mi barriga también se ha hinchado de forma proporcional a sus pechos. Empiezo a desembrollar esa fobia hacia esta nueva situación y la fiesta no ha empezado.

Fobia 2.-
 
Hacia Juan Soto, un joven escritor autor de la Conjetura de Perelman, en Ediciones B, que la ha escrito en seis meses y en otros seis meses la ha colocado en todas las librerías, a petición popular,  a la vez que ha ido comentando, pormenorizadamente todas las sensaciones que le produce ser una rutilante estrella de la narrativa nacional, por medio de sus comentarios en Facebook, los comentarios de sus amigos escritores, fans, colegas de juerga o el de sus jóvenes amigas, críticos, revistas, entrevistas (por tierra, mar y aire). Conozco a Juan mejor que a mis hermanos y ahora también conozco, por el mismo sistema, a su hermano Paco, que es guitarrista de flamenco y me invita a todos sus conciertos, en Madrid. La fobia hacia Juan Soto, al que a la vez profeso un gran cariño, incluso ternura, (también le he oído hablar en la radio, en Rusia Hoy y he leído sus artículos de crítica literaria)
-¿Y, todo bien, no?
-No
…soy incapaz de pasar de la página 100 de su novela, pero no por nada especial, si no por la fobia, he desarrollado fobia y el nivel más álgido ha sido al verle en la revista de El Pais el domingo día 29 de Enero, a toda plana con esa sonrisa que vuelve locas a las chicas y a Sergi Bellver.
-¡Eso es envidia, payaso!
Para colmo de éxito, hasta Manuel Jabois le cita en uno de sus flamantes artículos.

Fobia 3.-
 
Creo que estoy desarrollando un instinto asesino. La culpa la tiene Javier Calvo, porque de alguna manera, por medio de sutiles insinuaciones sobre Charles Manson y las acólitas  Patricia Krenwinkel, Susan Atkins y Linda Kasabian, está propiciando la aparición de una nueva Familia, para revivir en Madrid el asesinato del gato de Luna Miguel en el papel de Sharon Tate, y mayor gloria de Antonio J. con  re-lanzamiento definitivo de su carrera literaria y fotográfica.
 De alguna forma sigo esa llamada fóbica (por favor-por favor, no quiero hacerlo) y a la vez me produce repulsión, convertir su piso, en el 10050 de Cielo Drive (Beverly Hills), no quiero que les pase nada a todos esos nuevos gatos poetas, jóvenes gatos filósofo- onanista, novelistas gato de Mondadori y Alpha Decay, no quiero teñir las paredes con una escritura sangrienta “cats/pigs”. ¿O si?. 

viernes, 13 de enero de 2012

Soltando ratas


 

Inocencio X grita. Es la imagen del sufrimiento, es la imagen del dolor, representa todo el sufrimiento y todo el dolor de todos esos siglos de infamia. Este hombre es la Iglesia desde la fundación del Vaticano: la tortura, el dogma, la fe, el pecado original, los diez mandamientos, el Apocalipsis, el secreto, la confesión, el miedo, el fuego, el infierno y el cielo, la lujuria, el odio, la envidia, los celos, la intransigencia, la cobardía. Este hombre no va a encontrar nunca la paz.

F. Bacon ejecuta cuarenta versiones sobre el cuadro de Velazquez, esta es una de ellas. En todas hay algo de la mirada, de la leyenda, en todas se nos eriza el bello porque intuimos que sigue ahí, que escruta dentro de ti, pero no de cualquier manera, de una forma perversa, terrorífica, dispone de todos los medios mentales para saber lo que piensas, te sorbe la vida como si chupara dentro de ti.

No le sostengas la mirada; cuando te acerques a buscar su bendición, a pedirle perdón, a besarle el anillo, verás que su mano es la mano de una mujer, sin que apenas refleje sombra alguna, sus uñas afiladas pellizcan tus escamas, algo que te resulta a la vez estremecedor y placentero. La otra mano, la izquierda, sostiene la bula donde V. escribió la fecha y la hora, es la mano seca y dura de un hombre que te puede condenar dos veces, a gozar de la muerte o de la vida eterna. Todo lo demás es el uniforme de la iglesia, sedas y bordados y aunque no lo vemos su espalda sigue erguida, rígida, no va a ser fácil tratar con él, para nadie salvo para una mujer que le va a engañar. Debajo de esas sedas, se pudre todo lo que se puede pudrir en un hombre. Es ahí donde V. no pudo pintar y es ahí donde entra en tromba F. Bacon, con tanta ira como envidia por el maestro, con tanta pasión como lujuria, con tanta energía como un loco en una carnicería. Y grita.
Siempre grita y no se oye, los dientes son pequeños, los ojos difuminados para evitar esa mirada.

-Imposible de olvidar –repetías- imposible de olvidar.

Tu siempre tan sensible, tan dada al placer, tan dada a la buena vida y de repente te encuentras con este hombre, frente por frente, sin gafas de sol, sin nada que ofrecer, tan solo tu cuerpo casi desnudo, el cuerpo de una niña, casi virgen, sin nada que añadir. Tu, siempre tan sensible y el…
 Retrato del Papa Inocencio X. Roma, by Diego VelázquezRetrato del Papa Inocencio X. Roma, by Diego Velázquez
El fondo es de terciopelo, el respaldo rojo del sillón, todos los tonos de la sangre superpuestos y flotando su mirada, una sopa en la que V. puso todos los ingredientes, para que metamos la cuchara cuatrocientos años después, sorbiendo sin ruido, a oscuras, tragando lo que te cae en la boca, incluso uno de esos pelos de la barba, que te vas a tragar sin decir nada.

-No hay carne más macilenta que la del pecado.

Detrás de las cortinas, bajo el atrezzo del entarimado, detrás de las calumnias, las insidias, la política vaticana, roen un hueso de vaca. Es la plaga de ratas que asola todas las ciudades de Europa, desde las alcantarillas hasta las catedrales.

-Por las noches no dejaban de roer.
-No nos dejan dormir.
-Nuestros enemigos son poderosos, Majestad.

domingo, 8 de enero de 2012

Paté de POESIA




Poesía, estás tan empapada en tu propia grasa, tan bañada en tu propia vanidad, tan embebida en tu espejo de aduladores, de sonrientes enigmas, de frases cortas llenas de guijarros, sangre, lefa, flores oscuras, charcas, chulerías, flores amarillas, vísceras, tatuajes. Poesía.

Estás tan empapada en tu propia grasa, como un guiso de pollo, un capón relleno de ciruelas, una estantería cargada a reventar de libros con su relleno de versos y salsa de leche blanca que salpica palabra a palabra hasta emborronarlo todo, hasta el buen olvido, una vez más y más siglos.

Estás tan envilecida, que cualquier novedad supone el despegue de los elogios, cualquier faldilla aniñada es una revelación, cualquier victimismo un triunfo de la libertad, cualquier lágrima de cocoddrilo un drama literario, el Nuevo Drama, (tan obsoleto ya). Y un cubo de basura blanda, un precio en las colecciones de Heces de Otoño, de la Feria de Primavera, papeles en blanco con deseos para quemar en San Juan. Poesía.

Tan lejos y tan cerca de ti, de todos, de los de ayer y los de hoy. Tan en el camino que no se puede con tantos pares de botas, te quitas la piel de los dedos, el día que te crezcan las escamas en los ojos, quizá sean los oídos los que te estorben, los nudos de los dedos, el ruido de las puertas, el aire del arpa llamándote.

Todas esas voces, esas risas, la tiniebla de los creadores, lectura
improvisada para un autor que pasa al lado y hay que bloquear. Te sugiero, te susurro, te invito, te animo, te agasajo, te empapo hasta que tengas la costra bien dorada, porque esta noche tengo a mi mesa invitados para cenar y tu eres el primer plato y tu el segundo y tu Poesía, el postre:

Tengo cinco editoriales cerditos
uno fue  por leña
otro la cortó
otro cogió un huevo
otro lo frió
y el más pequeñín... todo, todo se lo comió.

Tengo cinco curiosidades y un cepillo de dientes para limpiar los bajos del pantano, cuando vacíen sus aguas estancadas. Un cepillo de dientes es poca cosa para tanta limpieza, tardaré y tardaré y no voy a terminar antes de que vuelva de nuevo el agua.

-No, no terminaré el trabajo.
-Mejor así.

Y cuando grites, “¡cuidado, viene Perelman”, o cuando corras intimidado a esconderte de los siempre imponentes Balances Parciales, o confieses a tus amigos “Mi madre es un pez”, y en día soleado te resguardes de la única “Sombra del viento”, cuando te llame por teléfono Dan Fante para venderte cartuchos de tinta para la impresora, ten el dinero en firme, la venta se va a efectuar, o quizá recibas cartas y cartas, toda la correspondencia de Bellow y te sientas abrumado con tantos secretos, recibirás de Luis Vea un Hachazo de metrónomo y no será lo último,  Camilo de Ory te abrirá una ceja con una sola frase, creerás que es un sartenazo, pero no grites, en realidad solo es sarcasmo, befa y restos de cerveza. Cuando grites en esta pesadilla, no será por un mal sueño, será un estado de ánimo.

Pero cuanto más grites, más carne te darán a tragar (como un pavo).
-Come, come, trágalo todo.
-No puedo más.
-Si, si que puedes, puedes con todo.

Todo el mundo dice que es exquisita, pero en realidad solo quieren que se te hinche el hígado, conseguir paté, paté de poesía.

Hay temas y temas en esta canción sin fin, que es la poesía, aunque creas que siempre son los Cardiacos, también suena Nicolas Jaar, que es tan joven que ofende a los escritores más jóvenes y más pardillos y  más petulantes, o Motorhead, John Maus,  T. Rex, Los Coronas.

Paté de poesía, sin fin, por todas las esquinas, sin descanso bajo la almohada. ¡Fuá!
  


Luis Vea


sábado, 7 de enero de 2012

POMBO

Premio Nadal 2012

Cada vez que veo un premio literario por televisión, me pongo malo y anoche, como cada seis de enero, hubo premio literario por televisión, el Nadal, el primero del año y uno de los más bonitos. Pero eso es lo que me debía parecer antes, ahora lo han convertido en uno más, uno de cincuenta, más o menos. Como ya sabeis este año el galardonado es el peculiar Académico de la Lengua, Álvaro Pombo, ganador entre otros, del premio Herralde, premio de la Critica, y claro está premio Planeta y escritor reconocido por su maestría en el uso del lenguaje, por su originalidad y si quieres también por su valentía. Pero: ¡que necesidad tiene de presentarse al Nadal!, acaso la vanidad de tener un premio de prestigio al final de su carrera, porque sin duda alguna este es el final de su carrera.

Siempre que veo la retransmisión de un premio así, espero encontrarme con una sorpresa, espero que aparezca una cara joven, que haya escrito algo y que pueda decirme algo, que me de esperanza y que me haga correr a una librería a comprarme el libro, nada más que eso; pero no, aparece el merecido escritor de turno, al que nada le faltará en ningún medio, para poder hacer el bobo (“ardor polémico” Carles Geli. El Pais) una vez más y con soltura.

 
Cada vez que veo a un genio salgo corriendo. Por eso no me gusta que este Nadal de Carmen Laforet, que sirvió en su día para sacar a la luz (de esas tinieblas que parece que se vuelven a repetir) a jóvenes escritores (que escriben) y para que  puedan seguir en el empeño de escribir y no para que de nuevo desfilen  más Matildas Turpin por el mundo, un mundo tan prolífico (en la banalidad hueca) que cansa un poco y sobre todo que va a ser la repetición de lo mismo, siempre y más de lo mismo y más y más, pero sin duda alguna, Pombo divierte, Pombo, entretiene, da que hablar y Pombo vende. ¿Pombo vende?.
Eso es lo que importa. A la que uno se presenta a ganar el Planeta, ya no hay vuelta atrás, de la misma manera que un perro no olvida ya el sabor de la sangre al hacer presa, Pombo no olvidará el regusto de la pasta gansa, del crédito en las mesas de los libreros y las grandes librerías, donde nadie olvidará su estruendoso espectáculo literario.

Pero bien sabe el viejo, cuando se acerca su edad, que uno no vive eternamente (y a dios gracias, uno no escribe eternamente), pero no por viejo dejas de mirarle el culo a las chicas (o a los chicos, según el caso) y no por viejo uno va a perder el apetito por ganar, ganar un escaño en el Senado, ganar una apuesta, ganar en definitiva algo más de vida y eso, en este caso, no deja de ser a costa y mérito de que a otro, con la misma maestría, originalidad y valentía, se lo hayan denegado. Al parecer este es el voto útil del jurado, en todo caso, os estáis quedando sin viejos para vuestros premios. Detrás de vosotros llega una generación perdida que no los va a oler (que son los que ahora aplauden y ríen a los espejos, como los que salen en la foto) y detrás, otra que huye de ellos como de la peste. Salud para verlo y para leerlo.