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martes, 15 de febrero de 2011

El día de hoy, ahora y el día de mañana

                                                               Maite Cantón



Ejemplos. Tu ahora, piensa en el día de mañana. Dime con quién andas y te diré quién eres. Quién bien te quiere te hará llorar.

Un hombre de pro. El día de mañana. No hables con extraños. No he llorado demasiado.

 Tengo amigos, malos, más que buenos amigos. La mitad de la vida la he andado solo, la otra mitad mirando que nadie se me pegara y el resto de mis días, pienso seguir más o menos como hasta ahora. No me va mal.

 Rodrigo García: “Conocer gente, comer mierda”. Alex de la Iglesia obsesionado con el payaso de –mi color- y ahora con el payaso triste.

No me molestes. A partir de las diez y media de la noche, duermo. Allí donde esté, caigo rendido, procuro que sea cerca de la cama, en el sofá. Del sofá a la cama apenas ocho peldaños y dos puertas abiertas, y a veces me parece una distancia insalvable. A las seis de la mañana, ya hace un rato que espero que suene el despertador, a las seis y media, me veo frente al espejo del baño, dos metros de largo por uno y medio de ancho, me lavo los dientes, me quito el sueño con agua fría, me visto y tomo café y espero a que S. termine de vestirse y saludar a la perra Tina y largarnos a toda hostia allá donde vayamos a esas horas. Por lo que parece dormimos bien. Salvo esos instantes, el resto del día ando bien despierto, evito que cualquiera, cualquier imbécil me haga llorar y lo consigo.

Pienso continuamente y  cada día pienso en el día de mañana, no hago otra cosa que pensar en el día de mañana, de hecho el día cuatro nos vamos a Teruel, ese es el próximo día de mañana. También existen otros días de mañana. Ayer envié “El cementerio de elefantes”, a dos editoriales y espero que en marzo, alguien, que lea bien, seleccione “La chica de la falda de cuadros”, eso también forma parte del día de mañana.

Y ahora que el tiempo ha pasado, pero no ha pasado del todo, creo que me he convertido en un hombre de pro. Supongo que Antón el herrero que ha venido a tomar medidas para montar un garaje o un invernadero, o lo que sea,  para el coche, también sea un hombre de pro, hoy nadie le haga llorar y sepa con quien anda para llegar a saber quién es (le vi un poco fumao, por eso). Me ha parecido un tipo peculiar, para ser herrero, entendí sus explicaciones y el entendió las mías, creo que es lo más difícil que me ha pasado hoy, y así todo no estoy muy seguro de que la conclusión sea beneficiosa para alguno de los dos. Ahora tengo una llamada de París, otro herrero al que también le he pedido presupuesto, me imagino que querrá saber que pienso de las cosas de la vida y si le doy el trabajo o no. Esperaremos un poco más a ver la opinión de un tercer herrero.

He hablado con mi hermano, que tiene hipo y úlceras en el esófago. La conversación no fue muy fluida, por el hipo, por el teléfono, porque en León hace más frío que aquí, y porque el andaba dando un paseo y yo en casa.

Encuentro en facebook, a Maite Cantón. Hace años que la conozco y sin embargo no se nada de ella, de su vida, de si piensa o no en el día de mañana, de toda aquella gente del verano en Valencia de don Juan. Nada, nadie pero estoy seguro que todos siguen estando por ahí, igual  que ella, que entonces más o menos como ahora, era una chica que se escondía detrás del flequillo. Estoy seguro que volveremos a coincidir algún día y hablaremos de música, de lo que sea, como si fuera ayer, con alguna cerveza de más, que es como mejor se habla, sobre todo cuando han pasado tantos años. Era una chica que siempre daba buenas sensaciones, pues hoy he sentido de nuevo eso, buenas sensaciones.

Con otra gente no, o por lo menos con otra gente sientes malas sensaciones. Esa educación de León, esa educación que nadie olvida. Seguimos atentos por si acaso un día, llega de verdad el día de mañana y nos pilla sin ahorros, sin  amigos y sin recuerdos. Pero en todo caso, siempre nos quedará Valencia de don Juan (en verano).

4 comentarios:

  1. "Más o menos" es no querer decir ni mucho ni poco, ni tanto y tan calvo, pero supongo que es la definición perfecta para seguir así.
    No es lo mismo conocer gente, que reconocer gente. Reconocer, reencontrar, redescubrir, suele llevar connotaciones positivas, y como dices, buenas sensaciones. Cuando el recuerdo es grato, el éxito ante el reencuentro no suele defraudar: demostrar tu selectiva memoria y hacer de ello este artículo es la mejor forma de conseguirlo.

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  2. el mañana no existe si el hoy. Cuando siento, cuando pienso, cuando proyecto es hoy ,cuando planifico, cuando vivo es hoy, aunque cuando se realice todo sea mañana. Hoy deseo que se me quite el hipo y mañana se me quitará.

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  3. Yo te leería, Elías, pero no soy editorial y no sirvo de ayuda.

    Respecto a los reencuentros... Qué puñetero el facebook según para qué cosas! ¿Cuantos reencuentros no deseados habrá provocado? (A mi se me echan ahora encima unos cuantos: como cincuenta). El facebook me agota por sobredosis de convención social y cada día que pasa soy mas partidario del silencio absoluto.

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  4. Gracias por la intención, espero que llegue el momento de publicar (y poder disfrutar de una o + de una de esas críticas) y si no, pues seguiremos navengando, de un lado a otro, entre estas callejas y otros callejones.

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