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martes, 31 de octubre de 2023

No todos volvimos de Troya (Reino de Cordelia). Maru BERNAL. Presentación en Barcelona 30/10/2023

  


 

El lunes treinta de octubre, al anochecer, llovía peludamente en Barcelona y Maru Bernal presentaba a la ciudad, en la librería Alibri, “No todos volvimos de Troya”; ese mismo día Bob Pop tenía una charla en el mismo lugar y a la misma hora, en la planta noble, es decir la que está a pie de calle; Bob Pop y sus amigues charlaban ante el mismo público de “La ventana”, en la cadena Ser, y el mismo que, unos meses antes, acogía la casa Seat de Diagonal. Maru Bernal ocupaba el sótano, al que nunca había bajado, que es otra librería Alibri debajo de la librería. El público de Maru Bernal, a simple vista, parece el mismo que el de Bob, sin embargo, sólo una pequeña diferencia, imperceptible, era un público que procedía de la aristocracia docente, con Javier Velaza a la cabeza; del Aula Poética de la Universidad de Barcelona y de algunas señoras de Santander. Maru nació en Barcelona y vive en Cantabria, por lo tanto estos días se pasea por Villanova i la Geltrú, por los acantilados y por Sitges, y claro, por Barcelona, donde se fotografía y concede un minuto de nostalgia a las farolas del Paseo de Gracia, ve a las amigas que no se fueron y juguetea con sus recuerdos. 

 

El libro que presenta lo publica la editorial madrileña Reino de Cordelia que se ha hecho cargo del XXV Premio de Poesía Ciudad de Salamanca, en cuya Universidad se licenció la poeta en Filología Clásica. Viniendo de esos lodos su libro nos cuenta Grecia en el siglo XXI, enfrenta la tradición con la modernidad, nos sirve en la mesa los fracasos y logros de los héroes; los coloca delante de nuestros fracasos y logros, para en palabras de Javier Velaza ser tamizados y convertidos en restos familiares en los que nos encontramos a nosotros mismos con los mitos de siempre y sus personajes, Odiseo, Penélope, las Moiras, Argifonte, Eco, Dafne, Orfeo, Medea, Hécuba, Helena, viajes, culpas, redenciones y, como debe ser, el mar mediterráneo de fondo. Este libro magistral y profundamente agradable, recurre a la tradición para explicar nuestras tragedias, amores, y si es que nos interesa, <<encontrar las claves de nuestro futuro>>  tal y como asegura María José Bruña Bragado, de la Universidad de Salamanca. 

 




Maru Bernal, que además de todo lo demás, es actriz, puesta en pie comienza un recital que recorre las tres partes que forma el libro. Puesta en pie desentraña cada poema, les saca la emoción o el énfasis necesario, según el momento y pasan por nosotros, esas tres partes: In illo tempore, De viejas culpas y nuevas redenciones, y Homérico Mediterráneo. La verdad es que uno se ha acostumbrado a la simple lectura de poemas y no a la dramatización e interpretación teatral de un recital clásico de poesía. Asistimos sorprendidos a algo olvidado, escuchar el sonido de la voz que nos lleva y nos trae poema a poema, fraseo a fraseo a esos surfistas y domingueros, el telar de Penélope, el viento del nordeste, el polvo de la guerra y la tragedia por la que, no siendo héroes, terminaremos convertidos en dioses, poema a poema. Esa es la forma de hacer y actuar de la poeta Maru Bernal.

 

Todo ese tiempo lo pasé sentado en mi silla de enea con un manojo de esparto en el regazo, trenzando cestillos que Maru Bernal llenaba de almendras, anises y ajonjolí, Orestes y Álvaro Cunqueiro estaban a mi lado. 

Ella me firmó el libro con una frase de Goethe <<que cada cual sea griego a su manera, pero que lo sea>>. 



 

Me alegro de haber estado. En unas horas he pasado de la celebración antológica de “La otra sentimentalidad”, con el recuerdo de Javier Egea y la presencia de Álvaro Salvador y Luís García Montero (entre otros muchos), en el X aniversario de poesía, música y plástica en Puente Genil (Córdoba), a los dioses, héroes y heroínas de Troya. Después he regresado a mi casa a esconder mi vejez y mi miseria (según la cita de Cavafis). 




 

sábado, 7 de octubre de 2023

The basement tapes (Godall Edicions 2023). JAIME RODRIGUEZ Z, presentación en Barcelona

 Barcelona. Llibrería TOMIRIS. Viernes 6 de octubre de 2023

 


 

La librería Tomiris se encuentra detrás del Mercado de Sagrada Familia, detrás de la biblioteca de Sagrada Familia y detrás de la Sagrada Familia, es decir en la calle Padilla 242, al lado de un bar con terraza, una jamonería y un estanco. Es una librería de barrio con un escaparate pequeño en la que se anuncia el último libro de Pablo D’Ors, al lado, el Apocalipsis de San Juan y al lado la puerta. Entras y olvidas Barcelona. Al fondo hay un mostrador alto y la librera; tienes que atravesar un pasillo blando para llegar al lugar habilitado para la presentación y, detrás de todo eso, todavía hay un ventanal de pared a pared que da a un pequeño patio, sin fuente ni jardín, ni edificios, lo que es raro, es raro que estando en el ensanche ningún edificio te ahogue, pero es así.

 

Esta tarde, viernes seis de octubre de dos mil veintitrés, Jaime presenta un libro de poesía que se titula The Basement Tapes, lo publica en castellano Godall Edicions; de esta misma editorial tengo “Fragmento”, un libro muy bonito de Marta Agudo, ambos en la colección “alcaduç” y ambos con una tirada de trescientos ejemplares. Matilde, la editora, que ayuda en la presentación, es una mujer buena, del tipo de bondad que también tiene Olga Martínez Dasi, a la que le gustan los libros que publica, bien cosidos, bonitos y caros; nos contó que Godall es el nombre de un pueblo de seiscientos habitantes en la Tarragona seca e interior, todos rodeados de olivos milenarios y por lo tanto resistentes, todo lo resistente que se puede ser viviendo del agua de una noria con sus cangilones o alcaduces, novecientos o mil años, convertirte en una roca y seguir dando aceitunas. La otra mujer que presenta el acto, mucho más joven que los demás y en consonancia con la juventud del público, es la periodista Belén López Peiró, que ha escrito las novelas biográficas “Por qué volvías cada verano”  y “Donde no hago pie”, otra mujer inmensamente buena, llena de luz, que le ha tocado luchar contra la oscuridad y por lo tanto con la incertidumbre y con una gota de agua para pasar todo el día.

 


A punto de comenzar, alguien comentó que estaba viniendo Jorge Carrión y Jorge Carrión llegó con los asistentes ya sentados en sillas de tijera y en una cronometría medida y cruel, él también se sentó en el hueco de un sofá a la diestra del padre, del hijo y del espíritu santo; y después alguien dijo <<está aquí Ernesto Castro>>, que se quedó en la última fila y vino sólo para cerciorarse que las verdades que había escrito en PliegoSuelto por la mañana, tomaban vida por la tarde en Tomiris.

 

La primera pregunta de Belén, a la orilla del río y rodeados de bosques, es sobre los momentos de transición en la vida de un hombre, la familia, la migración, el fantasma del duelo en todo ese movimiento. Sabíamos que Jaime había vivido en Barcelona durante diez años y que ahora vive en Madrid y lleva allí otros tantos, que es el tiempo que ha tardado en agrupar, recoger, ordenar y poner título a las emociones del libro, lo sabíamos porque leemos y ahora porque nos lo cuenta con una sinceridad malsana. Me encanta la gente que se sincera tanto con el bosque como con el sótano y Jaime lo hace, no oculta, cuenta, después se emociona y suda justo al lado de un ventilador robotizado que mueve la cabeza repartiendo la humedad de Barcelona. 

 

El auditorio es sensible a todo esto, la mayoría son estudiantes de la Pompeu, que nunca han vivido en un sótano pero que Jaime ya les va avisando para cuando eso suceda; y les avisa de lo duro del oficio, de las crisis de vivir en este mundo absurdo repleto de ansiedades que mueven continentes, pero deja unas zapatillas inamoviblemente muertas debajo de la cama, una de las anécdotas que cuenta del piso que alquilaron cuando llega a vivir a Barcelona. Jaime les habla del proceso doloroso de escribir, <<me cuesta mucho escribir, no me gusta>>. Confiesa sus limitaciones para con la novela y en ese punto elogia, con Carrión al lado, el misterio de su novela “Membrana”.  

Belén que se convierte en la mejor presentadora del mundo, va dirigiendo todas esas emociones y Jaime se deja abanicar, se convierte, de su mano, en un herbívoro cuya condición no le impide comer conejos y cambiar el curso de los ríos. En un momento indeterminado de la presentación, aprecio en el ambiente ese precioso minuto secreto que me señala que “The basement tapes”, es un puzle construido pieza a pieza en el que, durante mucho tiempo, alguna de esas piezas no encajaba, como no puede encajar una relación sentimental, el feminismo de su machismo, el racismo blanco, negro y de color o el rechazo reptil de la piel marrón. De todo eso se habla en ese minuto secreto de la presentación y cambia el curso del río en un antes, un entonces y un después y en ese periodo de ensamblaje va apareciendo el paisaje, vemos, también vemos que ese paisaje es Jaime Rodríguez Z. Belén, esa periodista de porcelana rota pero no destruida, medita. 

 




El auditorio, apenas conoce a Bob Dylan, lo que sí visualizan son las formas destruidas de un viejo desnucado al que su literatura le ha convertido, tocando la guitarra, en premio Nobel. Todo ese auditorio femenino, limpio y joven, toca también la guitarra, escribe, son alumnas de Carrión y Carrión es, permanentemente una clase. De esos aprendizajes, la mayoría de los que están allí construirán su puzle y cuando se vean en él sabrán que acaban de terminar de escribir un libro, sea de la especie que sea. También saben que en algún momento tendrán que vivir en un sótano con una gota de agua al día. Es cierto, es divertido pensar en el conejo devorando al lobo, es divertido pensar en el lobo cambiando el curso de su hambre, <<es fascinante la vida de los bosques>>, tanto como este libro y sus rarezas poéticas.




viernes, 22 de septiembre de 2023

Lenguas en los árboles (Antología poética). Antonio MANILLA. Averso Poesía 2023.

 


 

Esta antología de Antonio Manilla es además de una muestra de su trabajo poético en el tiempo, una muestra de los Museos de Historia Natural y Humana. Es este libro un refugio para los pájaros, las plantas y los hombres, incluidas mujeres y niños, con un hueco para los amigos y para su propia tierra, Cármenes, en la montaña de León. Manilla al igual que Bobin, Camon, Tonino Guerra, Sinclair Lewis o Miguel D’Ors, es un hombre de fe y por lo tanto cree en la bondad humana y salvo en sus artículos de prensa (en la que repasa el día a día de su ciudad), para escribir poesía se aleja de la estupidez y del mal, se refugia en el río, en el regato de Argallo o el salto de la Fervienza, lugares escondidos que conoce gente anónima, además de Ramón J. Soria Breña, Pablo Andrés Escapa o José Antonio Llamas, <<esta es la tierra que enterró a los míos>>. 

 

Sabe Manilla donde se buscan las leyendas, y esas leyendas se encuentran en el atardecer, en el cementerio acatólico de Roma, en la marea baja o entre los niños que buscan nidos, todo eso son <<los años y su herida>>, un balance en el que, tarde o temprano, todos los poetas hurgan. Creo que este libro es uno de esos libros imprescindibles, de los que se tienen a mano y a ratos se vuelven a leer, convirtiendo a su autor, igualmente, en imprescindible, uno de esos autores que, en silencio, en el mismo silencio de los tulipanes y las rosas de Bobin, desde su casa en León o en la montaña, acaricia, pesca, fuma en pipa y ve lo que otros miran para que cuando los demás miremos, podamos ver. Eso es la poesía y la nostalgia del verano, esa que se difumina con las primeras lluvias, unas lluvias que por escasas se están borrando de la memoria de la gente en una buena parte de este país.

 

“[…]Para cumplirse el ciclo del otoño / han de llegar aún/ una presencia y un eco imprescindibles: / la lluvia que acaricia las estatuas, / la que conforma los espejos, / la que sucede en el ayer/ de un hombre ciego en Buenos Aires. / La misma que ahora mismo / se acerca a recordarnos / en el cristal de la ventana / con tímidas señales / una verdad hermosa como un verso: / la luvia son las manos / de la melancolía. / Sus arrugados, / tenues, / fieles dedos. (sobre un tema de Cervantes, pag.123).




 

Antonio Manilla (León, 1967) es historiador y periodista. Entre sus obras se cuentan los poemarios Broza, El lugar en mí y En caso de duda y otros poemas de casi amor. Fue Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés en 1998, Emilio Prados en 2002, José de Espronceda en 2007, Premio Ciudad de Salamanca de Poesía en 2015 o el Generación del 27 en 2018. Ha hecho incursiones en el género biográfico y en la literatura infantil y juvenil. Desde 2013, mantiene una columna semanal en el Diario de León. Algunos de sus poemas han sido versionados por el músico Diego Guitiérrez.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Los que escuchan. Diego SÁNCHEZ AGUILAR (presentación en Barcelona.Nollegiu)


 

Hacía tiempo que la librería Nollegiu, (La Juanita) no se llenaba tanto de Candaya. Eso ocurrió el sábado 16 de septiembre de 2023 para presentar “Los que escuchan”, la segunda novela de Diego Sánchez Aguilar(Catagena 1974. Premio Setenil 2016). Llegué tarde así que me tuve que acuclillar en los peldaños de la escalera hacia la segunda planta, que es como estar en la buhardilla, justo al lado de uno de los escritores fetiches de la editorial, Alex Chico, así que ambos compartimos cuclillas y gallinero. Una de las características literarias de Candaya es su cantera. Buena parte de la cuadra son credencial murciana y de entre ellos, Diego Sánchez Aguilar que además confesó que él lo que quería, de siempre, era ser un escritor sudamericano. Por fin hoy en Barcelona lo consiguió y caminó por terreno desbrozado previamente por una argentina de pura raza murciana, Fernanda García Lao que, como buena escritura argentina ha vivido la mayor parte del tiempo fuera de su país, como debe ser, a más gloria de dios y por lo que se ve para seguir otro tiempito más, tal y como discurre hoy, ahora mismo, Argentina sin el peronismo. Hoy sábado 16, en la Nollegiu, algunos de estos argentinos del país de Borges que, como Argentina, es un lugar inventado para los libros y las películas, acompañaron, uno era Diego Gándara intentando asomar la cabeza en las escaleras que van al sótano, lugar que le tocó ocupar por llegar fuera de hora y otro Aníbal Cristobo que como fue puntual se puso en la primera fila Candaya, justo al lado de otro argentino Juan Trejo, que aunque no sea murciano también cuenta como tal y, sin ser argentino cuenta como si lo fuera. El caso es que Fernanda, dotada además de una inmensa vena teatral,  monta unas presentaciones que son para agruparlas y editarlas con forma de libro, como ya alguien ha dicho antes que yo. Fernanda escribe como la mismísima hija del diablo y como tal, después de desgranar cuanto quiso de la novela, le pregunto a boca de jarro a Sánchez Aguilar, mientras este miraba al techo o al tendido, que si su formación era católica, a lo que contestó ante un público entregado por el buen hacer de Fernanda con un <<he estudiado en un colegio público español>> lo que es una verdad como una catedral porque yo también, así que mi formación, como la de Sánchez Aguilar, es católica, apostólica y romana (más romana que nunca) y por lo tanto aconfesional como lo es el estado español por lo que, incurriendo en contradicción, perdona a la Iglesia el tributar una buena parte de sus posesiones en la tierra. La pregunta fue suficiente para que Diego tomara el micrófono por el rabo y empezara él mismo, sin ayuda de Dios, a hablar de su libro que para esto estaba allí y dijo: <<Tenía tiempo para escribir y he escrito una novela total>>, <<los capítulos son largos y recomiendo acompañar la lectura con diazepam (risas), las frases son también… muy largas; que a ningún profesor le dé por dárselas a analizar a sus alumnos>> (diazepam) y dijo algo que a mí me llenó de emoción, el capítulo que empiezas, no lo puedes dejar a medias, hay que terminarlo hasta el final, rebañar la salsa y tragarse la pastilla de diazepam, es la única manera de enganchar esa estructura sonora que dice, tiene la novela, que es una novela total, como el Quijote. Si su novela es una “novela total”, él es un escritor total, además de poesía, también tiene un libro de relatos, como digo esta es su segunda novela y su sentimiento es el de alguien con visión de artista, es decir el que tiene una visión total de distintas artes en un mundo complejo en el que puedes mezclar a Pynchon, Foster Wallace, con El Bosco y mirar el mar sin ser pedante. De todo eso habló un poco Diego y también Olga, que dijo que esta fue la última novela en la que intervino, como editor, Paco Robles. Como todos los Candaya saben, las novelas que publican las leen o leían en el coche, de viaje a todas esas librerías y provincias amigas, alternándose, <mientras uno conduce el otro lee>, comenta, viendo pasar quilómetros, paisajes, carreteras y si la cosa se pone, se meten por caminos secundarios o dan vueltas a las rotondas, el caso es que en una de esas, le recomendaron y negociaron con el escritor que determinado capítulo lo adelantara al principio del libro y, para que lo sepan todos, Diego hizo caso, es el segundo de los capítulos. No sé si es importante, pero son cosas que se dicen en las presentaciones. Lo que no se dice es que la edición de “Los que escuchan”, como de casi todo lo que se publica en este país, difícilmente llegará a vender diez mil copias, tan difícil como pensar que el director general de Random House, Planeta o de Galaxia Gutemberg, lee entera alguna de las cientos de novelas que editan, con o sin diazepam (conduciendo mientras conducen) y sin embargo venden bastantes más copias de sus libros, muchas de las cuales las adquieren los distintos estados de las Españas para suministrar sus muy diversas bibliotecas. De las que yo uso en la gran ciudad de L’Hospitalet y Cornellá (Diputación de Barcelona), ninguna de ellas se gasta un solo euro en libros Candaya. Así que amigos, si queremos seguir en el espectáculo, no queda otra que intentar que Olga siga tirando de edición libre y a pulmón; para eso, nuestra parte está en seguir leyendo a sus autores, asistir a las presentaciones de sus libros y formar parte de ese entramado de lectores cultural y gastronómicamente franceses, a más gloria de dios. Abrazo grande para esta Olga, editora viuda y valiente, para Eduardo Ruiz Sosa, editor huérfano de ambos padres. Tribu Candaya.






martes, 11 de abril de 2023

Los campos electromagnéticos. Presentación en Barcelona (2023)

 Jorge Carrión + Taller Estampa + GPT2 y 3

Caja negra (2023)





Hacía tiempo que Carrión no presentaba uno de sus ingenios; hoy ha llegado el día en el que después de prepararnos por todos los medios (podcasts, entrevistas, artículos de prensa, tuits), explica la relación entre la literatura y el GPT-2, y sucesivas generaciones 3, 4, 5, es decir una aplicación de inteligencia artificial relacionada con el arte de escribir o lo que llaman “escritura especulativa”, siempre desde su punto de vista. Esta aplicación de inteligencia se va llenando de información, es decir la engordan con miles de millones de datos, tal y como funcionan los motores de búsqueda en Google, y después se les barniza de forma conveniente para que procesen y sean capaces de redactar un texto con sentido y profundidad, indicando además un menú de posibilidades a gusto del demandante para que este pueda elegir el tipo de sentido y profundidad requerido, ya sea un texto informal, legal, en modo creativo, científico, literario etc. De esto se quejan maestros y profesores ya que la aplicación la usan los niños y los adolescentes en edad de aprender a redactar, pues eso, se quejan los maestros porque los niños usan el GPT para sus deberes y en dos minutos ya tienen un poema, un cuento o una investigación, sin necesidades, es decir: crear, entender, aprender o investigar; en dos minutos. El texto es impecable desde el punto de vista gramatical, su estructura, su sintaxis. Sin esfuerzo alguno los alumnos aprueban a efectos administrativos para así obtener el título correspondiente, la capacidad de acceder a la universidad o ¿a un empleo?

El título, Los campos electromagnéticos, viene del libro de André Bretón y Philippe Soupault, Los campos magnéticos, una obra emblemática <<peligrosa>> un experimento de 1920 para registrar el murmullo del pensamiento, por medio de la escritura automática, es decir practicada sin los filtros de la razón, creando imágenes surrealistas, oníricas, fantásticas, sin nudos ni desenlaces. Cien años más tarde, Jorge Carrión actualiza ese experimento de automatismo mediante el uso de la aplicación denominada GPT2 basada en inteligencia artificial. Dicho experimento lo canaliza en un ensayo mitad humano y mitad mecánico. De nuevo un organismo de la factoría Carrión que analiza pasado, presente y futuro, incorpora ingenieros y artistas de un colectivo denominado Taller Estampa. El colaboracionismo creativo de este siglo viene representado por trabajos colectivos o en colaboración de, en los que Jorge dialoga en el ámbito de las librerías, bibliotecas, Ámazon, trabaja con Sagar, novelas gráficas, la fotografía con García-Alix, Tomás Saraceno y sus espacios escultóricos en los que viven y tejen arañas y al respecto tuitea <<Las arañas no perciben el sonido, pero sí lo hacen sus redes: tecnología, audífono>>, sus podcasts tecnológicos. Carrión en pleno apogeo, rodeado de colaboradores a los que denomina embajadores, sobre el silencio, el eco, la creación, la vida. Suma literaturas de viajes, tanto suyos como de otros que incorpora a su universo, como ocurrió recientemente en Altäir respecto de la presentación del poemario Equilátera de Bruno Galindo. Carrión es un universo inabarcable que proyecta aliento creativo, un viajero de ciudades y librerías que incorpora ese modo de vida a su ámbito literario y personal; vive muy cerca del latido de una de sus embajadas la librería Nollegiu de Poble Nou, de sus clases en la universidad Pompeu i Fabra. El misterio de Carrión, como el de la IA, es tanto o más eficaz en cuanto que lo es para sí mismo, (su ego) ese motor no mecánico que procesa datos de continuo, lo mezcla con combustible humano e imagina campos espirituales. Llegué tarde a la Nollegiu de la calle Valencia porque antes pasé por (la mía), La Juanita. Y cuando llegué, me encontré con la Estancia del Sello; la secuencia que vi era la Escuela de Atenas, cada figura colocada en la forma apetecida por Rafael y que, como en el famoso fresco, me convertí en observador de un pensamiento actualizado entre lo científico y la verdad natural; jóvenes seguidores, eufóricos, sentados por el suelo, interesados por ese genoma formado por la ecuación C+IA; Podían estar presentes Pitágoras, Telange, Hipatia, Plotino, inspirados e inspiradores, una suerte de gurús, semiólogos, matemáticos de la Academia ateniense en constante renacimiento de la biblioteca papal del Vaticano, la Nollegiu de la calle Valencia. Y como combustible, el intento de explicar lo que vendrá mediante textos fundacionales que tienen como partida lo que Bretón denominó <<El mensaje automático>>.

 









lunes, 10 de abril de 2023

Primera presentacion del poemario ESTÉRILES. Barcelona


Primera PRESENTACION DEL

NUEVO POEMARIO   



Viernes 21 de abril de 2023

19,30 horas

ELIAS GOROSTIAGA

Presenta: Mag Márquez

Ateneu Libertari de Gràcia

C/ Alzina 5 (BARCELONA)


 

Horarios de FIRMA EN SAN JORDI 2023.Estériles

 FIRMA

DE SAN JORDI  

Autor

ELIAS GOROSTIAGA

Domingo 23 de abril de 2023

 

Hora: 11,00-12,00

ACEC (Associació Col-legial d’Escriptors de Catalunya)

Plaça Vila de Madrid - Carrer Canuda

 

Hora: 12,00-14,00

Ateneu Llibertari de Gràcia

Plaça de la Revolució (Gracia) Barcelona

 

Hora: 18,00 a 19,00

Bibliotecas de L’Hospitalet

Rambla Just Oliveras. L’Hospitalet de Ll. (Barcelona)


 

viernes, 24 de marzo de 2023

Felipe SÉRVULO. Cúmulos de plutonio, presentación en Barcelona (2023)

Publica: In-Verso, ediciones de poesía (2023)


                                                                                Ateneo de Barcelona (23-03-2023)


"Y el ave negra abre la boca cuando atraviesa Hiroshima". Silvio Rodríguez



Felipe Sérvulo no es una momia.  Es importante distinguir a las momias de las que tienen treinta años porque a menudo pudiendo salvar no salvan, pudiendo ayudar, no ayudan, pudiendo ir, no van. Sérvulo, cuyo origen se encuentra en tierras de Jaén y vive en Cataluña desde hace cincuenta años, a caballo entre El Laberinto de Ariadna en el Ateneo de Barcelona y Castelldefels, tiene una edad en la que la gente común sestea, pasea, da de comer a las palomas en los parques, y mira obras. Desde que le conozco, y ya hace años, escribe poemas contra todo pronóstico, contra todo pronóstico seduce mujeres y eso le trae problemas y más problemas que va solucionando y parcheando como puede, tal y como hacen los adolescentes, como puede y porque tanto en la poesía como en sus distintas facetas vitales, Sérvulo se sabe rodear de buenos amigos y de buenos conocidos que le dicen, le cuentan, le aconsejan y con todo eso, Sérvulo produce y hace unos meses, que con la ayuda extraordinaria del Ministerio de Cultura y Deporte, se fue a Japón, él solo. Revolvió con dios y su madre, consulados, jesuitas, ministerios, hoteles, vuelos, permisos, pasaportes, Instituto Cervantes, dejó atrás a los suyos como los expedicionarios ingleses de otra época y se largó con su equipaje, sus pastillas para la próstata, su colección de lentes y un juego de grullas de papel. Y ahora, ha vuelto, sorprendido de todo como los chicos jóvenes, más atractivo, más listo que nunca y apoyándose de nuevo en sus muchos amigos y conocidos, ayer 23 de marzo de 2023, presentó en su Ateneo de Barcelona bajo el paraguas del Laberinto de Ariadna, el libro que le llevó a recorrer Japón, “Cúmulos de plutonio”, basado en la mayor tragedia de este país, las bombas nucleares que los físicos y militares americanos probaron contra las ciudades japonesas y sus habitantes en la segunda guerra mundial. Contó algunas anécdotas, pero lo bueno siempre hay que buscarlo delante de un desayuno en alguna de las pocas tabernas que quedan en Castelldefels, donde todavía almuerzan los de su quinta, tiempo que además aprovecha  para contarte, liar o desliar algún proyecto nuevo, cosas que, por supuesto y como decía al principio de este asiento, las momias no hacen. La próxima presentación de este libro, como siempre, será en el mes de junio en su pueblo, Castelldefels y allí acudirán, como siempre que presenta libro, cientos de amigos y conocidos. Felipe se dejará querer; eso, en definitiva, es a lo que venimos todos a este mundo. Después la poesía pasa a un segundo plano y que te lean o no te lean, te entiendan o no, es cosa del azar. Por eso, para ti, el mayor de mis respetos y, amigo mío, que te tengamos por aquí muchos años. 


                                                                Ateneo de Barcelona (23-03-2023)



                                                            Hiroshima (2022)

martes, 14 de marzo de 2023

Cauterio. Lucía Lijtmaer (Anagrama.2022)

 


Al colocar el queso como cebo en una ratonera, siempre hay que dejar espacio para el ratón. <<El huevo de pascua>>, SAKI


CAUTERIO. Leo en la solapa <<Lucía Lijtmaer (Buenos Aires, 1977) creció en Barcelona. Es escritora y crítica cultural. Es autora de entre otros libros, Casi nada que ponerte (Libros del Lince.2016), Yo también soy una chica lista (Ediciones Destino. 2017) y Ofendiditos (Anagrama. 2019)>>. La primera edición de Cauterio, en Anagrama, es del mes de marzo del año 2022, ese mismo mes llega a la tercera edición y en mayo a la cuarta; eso es lo que pone en mi ejemplar prestado por la biblioteca. 

 

No quiero conocer personalmente a Lucía, prefiero la foto de la solapa, esta que cuelgo aquí; prefiero imaginarla, mezclar imágenes, como en un batido de lo que me gusta y de lo que quiero. Sueño, me paso el tiempo soñando, Lijtmaer y Cauterio me hacen soñar con mi pasado, uno va teniendo más pasado que futuro y en ese trastorno lo que aprendo con todos los años vividos y sin vivir es que el tiempo es <<lo que pasa cuando no pasa nada>> (Richard Freynman); así que mientras leo no pasa nada, es decir me ensueño, pero todo ese tiempo no está pasando. Después vuelvo, miro hacia la ventana por si se posa en ella una tórtola gris (II. Deborah y la paloma gris); no quiero que eso suceda porque de otras veces, sé, que lo que ocurre en los libros mágicos, luego termina pasando en la realidad, por lo menos eso es lo que ocurre en los libros que yo escribo. Profecías, dictan profecías las sibilas, las brujas, las curanderas, las madres, las abuelas, los dioses antiguos y modernos, vivimos bajo esas profecías y en ellas hay ángeles de hermosas cabelleras y demonios. A Deborah, su curandera la advierte <<No olvides que el camino para ti será más importante que el destino>> a partir de aquí y con lo escrito antes por la sibila Lucía nos dirigimos hacia el lugar al que nos quiere llevar, sea o no nuestro desgraciado destino de lectores. Y repasa las tabernas de “lujo” de Barcelona, de Madrid, las que se quieren parecer a una taberna de antes, repasa amigas, chicas, chicos, y llega al tiempo paralelo, el otro tiempo, el de  Deborah que se ordena en el índice con números romanos. En este libro, los gustos de las mujeres, son los míos, los de Lucía, los manteles buenos, las azoteas, los hombres altos, el sol débil, frío, plácido frío del invierno, los deseos de tener una familia joven, guapa, con amigos, dejar atrás los after y a la vez ser una yegua extenuada y para todo eso hace falta dedicación y sacrificio, comprensión, saber escuchar planes que te tienen sin cuidado, así que abrazos y mentirillas, discusiones, los amigos de él, de vez en cuando las gritonas amigas de ella, cada vez menos importantes ocupando segundos y terceros planos que se alejan, bailar, salir, reír, caderas anchas. Veuve Clicquot, vestidos de elastano, kombucha, Diazepam… y Deborah contesta <<morir no es tan malo>> Todas dicen la verdad, en este libro todas las mujeres con más de treinta y cinco años dicen verdades y lamentos, también piensan más de lo que dicen y ríen más de lo que quieren para no pensar tanto, hasta Deborah, dice, piensa o confiesa <<Yo no sé lo que es la felicidad, de la misma manera que no sé lo que es el amor>> Todas cinceladas, traición a traición, todas; y pienso en Cristina Fallarás, Marina Espasa, Laura Fernández, Isabel Obiols, Isa Calderón, recorro fotos, labios pintados de rojo, todas riendo y diciendo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad en un juicio universal, gaviotas, gatos, Madrid-Barcelona, Londres, Salem, Canaán. Cauterio cicatriza, cuando una relación de pareja se pudre, termina convirtiendo a uno de los dos en “animal de compañía” y al otro en “cara de asco”. Cauterio es el remedio y la soledad, el miedo, la angustia, el terror; y dado el éxito del libro, el mercado señala que esas relaciones abundan en este nicho común de las parejas, guapas, jóvenes, feas o viejas, tristemente, la mayoría de nosotros pasa por ahí, por esa tierra donde nunca terminamos de construir un lugar (en Canaán) donde, cuando llegue el momento, poder descansar. ¿Y el dinero?, ya lo pongo yo, tú solo piensa en el amor. En el Amor. <<Todo saldrá bien>>, desde los veinte años te lo repiten una y mil veces,<< todo saldrá bien, todo saldrá bien>>

 

 

Nota 1: También escribo en mi diario: “Leo Cauterio de Lucía Lijtmaer: <<No quiero tener amigas. Ya tuve amigas y no me sirvió de nada>> Me pasa lo mismo, no quiero tener amigos, no sirve de nada.”

Nota 2: Esta obra ha contado con el apoyo de las Becas de Escritura Montserrat Roig del Ayuntamiento de Barcelona 2019. Ese año recibieron beca (entre otras), Olga Merino, Anna Bou, Robert Juan Cantavella, Alvaro Colomer y Toni Iturbe.

Nota 3: Cauterio me llamó desde la estantería de la biblioteca -léeme- dijo. Ese día fue el único que lo hizo, los demás libros callaron.

 

Aquí una tele-visión de Lucía

https://www.youtube.com/watch?v=3rL4t7eftNc

 





jueves, 9 de marzo de 2023

Cualquier verano es un final. Presentación en Barcelona. Ray LORIGA (2023)

                                                                    Fresan, Loriga y Murillo
 


Queríamos ver el parche en el ojo ajeno; y lo vimos. Lo vimos en Barcelona en La Central del Raval. Le vi subir las escaleras y pasar por encima de mí, mientras pagaba el libro, el libro es un Alfaguara y se titula Cualquier verano es un final. Esa misma tarde era el funeral por la muerte de Paco Robles, editor y fundador de la editorial Candaya. Decido ir a la presentación y no al funeral. Hace cinco años que vi por última vez a Ray Loriga en el CCCB, tengo alguna foto de aquel momento, lo del tumor entonces no lo sabía nadie y él bebía cerveza con las gafas de sol puestas. Entre aquel público de entonces su amigo argentino Rodrigo Fresán.  Aquel día sufrí una caída antes de llegar al CCCB y me hice una fisura en el codo izquierdo, dos días después fui al médico. 

Así que estoy en La Central, comprando el libro y veo que Loriga sube las escaleras, focaliza con el parche y con su ojo bueno ve que alguien, ahí abajo, compra su libro, cruzamos esas dos miradas. Arriba le hacen una entrevista, lo gravan en video, al lado su agente y entra en escena uno de estos curiosos que da vueltas muy despacio alrededor del escritor, como un tiburón de los documentales; mira el parche. Yo también me uno al curioso, como otro tiburón más doy vueltas, miro el parche. Los tiburones nos cansamos pronto, así que me desentiendo del asunto y me voy a las aguas profundas de la habitación del pánico y allí, encerrado con la espalda en la pared, veo a Murillo. Enrique Murillo, hace treinta años, fue (entre otros) el editor de Ray Loriga y tres o cuatro años atrás, ya jubilado, editor de Marina Perezagua a la que acompañó un tiempo, después del cual, y por segunda vez, se volvió a jubilar; cerraba así un círculo en cuyo interior el hombre Murillo alter ego del hombre de Vitruvio dejaba allí encerrada la proporción ideal del olfato literario y la edición. La habitación del pánico estaba llena de lectores de los años ochenta, de un par de generaciones posteriores y de la generación actual representada por Luna Miguel y Sita Rubert; acompañaban a Ray, Ignacio Echevarría, el mundo de Random y su presentador Rodrigo Fresán. En el instante de entrar reconocieron la larga sobra de Murillo, se ve que le aprecian, Loriga y Murillo se abrazaron con amistad, a pesar del tiempo. Cuando Luna llega, aparca en una cuarta fila, cuando llega Sita Rubert lo hace en la primera, frente por frente de Loriga.

Fresán y Lóriga son amigos desde hace más de media vida. Desde hace años cada vez que Loriga viene a Barcelona, Fresán está con él. A pesar de ese detalle, que me choca, leo con devoción a Lóriga y no consigo leer a Fresán, ni juntando fe, esperanza, ni caridad, consigo leer a Fresán, lo intento, pero no lo consigo. Supongo que es un escritor muy superior a Loriga sin embargo es también un escritor envidioso que reconoce el talento literario de los demás y también el de su amigo, algo que a toda costa y como purgando su culpabilidad, explica en público en referencia a frases que le gustan de la novela, con una expresión que lo define <<por qué no se me habrá ocurrido a mi>>, mientras tanto Loriga bebe agua. Rodrigo escribió hace años un libro que se titula El fondo del cielo, de este libro para la edición -Dominicana en Miami-, Elidio Latorre escribe: <<La novela es un tríptico episódico que semiotiza la proposición narrativa de la cual desprende la trama>> El sentimiento cuando leo a Fresán es ese: <<untripticoepisódicoquesemiotiza>> tal cual, sin embargo cuando Loriga lee Historia argentina, que es otro libro de Fresán, escribe: <<En Rodrigo estaba el observador, pero también el ingeniero, estaba el paisaje, el constructor del puente, y el hombre que lo cruza.>> y esto <<Sus viejos libros son el pilar del placer que la lectura de sus nuevos libros me sigue proporcionando>>. Así que en el ánimo sigue estando el interés por Fresán y en volver a ver a dos amigos hablando de su amistad, y a la vez de la amistad que se narra en Cualquier verano es un final. 

La razón por la que vengo a verlos es porque  el rato que paso con ellos me calma, me aleja de todo lo demás, el humor que se comparte es suave, me asomo al paisaje desde ese puente y me abandono a mirar como el agua pasa por debajo sin necesitar meterme dentro; con ese recuerdo me voy y con ese recuerdo otro día vuelvo a asomarme a ese mismo puente o a otro cualquiera y lo puedo olvidar y volver cuando quiera sin que me esté retumbando durante el resto de mi vida. A todo esto, Luna no se movió, no dejó de mirar el móvil ni un instante hasta que apareció Unai Velasco con bigote o sin bigote y dejó de estar sola; y Sita, pobre Sita, no dejó de remover una melena que no la dejaba en paz, ante la mirada perdida del parche, el precio por ocupar una muy cercana fila uno. 

  

                                                                        Echevarría

                                                                Sita, Ray, Luna (sentada) y Rodrigo F.

domingo, 5 de marzo de 2023

Magnífica desolación

 Javier Moreno. Presentación en Barcelona (5 de marzo de 2023)


La cita que utiliza Javier Moreno podía haber sido la de Mateo 1.1., la de cualquier evangelista, pero es el comentario de Aldrin al ver la tierra desde el Apolo 11, la nave espacial que en 1969 le llevó a la luna: <<magnífica desolación>> Y ese es el título del libro que hoy por la mañana, muy acertadamente, le presentó Víctor Balcells, con esa cadencia en el hablar que caracteriza a la familia Vila Matas, tal y como podía certificar por asistir entre el público y en la contraportada del libro, Enrique Vila Matas. Como acto previo, ocho escritores de la casa rindieron homenaje al editor Paco Robles que falleció hace algo más de un mes. El lugar utilizado por Candaya, como otras muchas veces en Barcelona, es la librería Documenta. El frente del homenaje lo formaban Fernanda García Lao, Juan Soto, Alex Chico, Eduardo Ruiz, Isabel Cristina Arenas, Carlos Vitale, Jorge Larrosa y Bruno Lloret y, aunque no lo vieran como en tantas otras presentaciones, detrás de todos ellos, estaba Paco; esta vez como sin querer, Olga había dejado una fotografía suya apoyada en la pared. Todos crearon un voltaje de emociones que hacía difícil respirar, hablar sin llorar o llorar sin más, así que recogimos los llantos y dejamos aplausos en la memoria, sin palabras y sin ruido. El homenaje, según Olga, se está repitiendo en cada presentación, en cada librería, en cada ciudad con la que recorren buena parte del país, con el maletero, como contaba Juan Soto en su intervención, <<tan lleno de libros que no cabía uno más>>; hace un par de días estaban en Zaragoza y así van a seguir porque esa es también una de las marcas de la casa, esa y editar mano a mano con cada autor que, según ha quedado claro, forman parte de la propia familia, en el caso de Isabel Cristina el rango de Paco era el de padre. Ellos lo saben y lo saben porque unos cuantos, o todos, dejaron sus países o su nación vacuna para instalar sus huesos en Barcelona. Si alguien sabe de pérdidas es cada uno de los que encuentran a alguien en quien confiar, aquí al lado, a ocho mil quilómetros de casa, o como Aldrin a 384.000, con bosques y caminos sembrados de curvas. 

Magnífica desolación comienza así: <<El camino estaba sembrado de curvas. Impredecibles. Tormentosas. Derecha. Izquierda. Otra vez izquierda.>> Magnífica desolación termina así <<O quizás emprendía la búsqueda de algo desconocido, un secreto que yacía oculto en el interior de aquel bosque.>> Entre curvas y secretos, vamos a seguir.





Entrevista de Marc Caellas:

https://www.rtve.es/play/audios/todos-somos-sospechosos/sororidad-desolacion-10-03-23/6830977/

martes, 31 de enero de 2023

Paco ROBLES

 (Diario) 31 martes

                                                                                                Candaya


                                                                               
                                                                            <<Voy a reunirme con los mios>> Génesis 49.29

Termina enero con la muerte del filósofo Xavier Rubert de Ventós de quien conozco a su hijo Gino, pintor, a través de José de León y por su exposición en el Tecla Sala de L’Hospitalet; y termina enero con la muerte de Paco Robles, en realidad Paco Candaya a quién sí traté desde hace años, porque desde hace años me consideran una parte de esa tribu Candaya de la que tanto Olga como Paco se sentían muy orgullosos y agradecidos. Con los dos estuve el sábado 28 por la mañana en la NoLlegiu, presentaban un poemario de Sara J. Trigueros, librera alicantina de 80 mundos, y allí estaba Paco, discreto como siempre, sentado en la segunda fila, esperando como uno más que comenzaran a hablar, con esa sonrisa genuina de algunos hombres buenos, una persona callada que observa desde la distancia y que si tiene que decir dice. Ese es el tipo de gente que me gusta no por su simpatía más bien porque son de fiar, no frivolizan. La tercera pata de esa pareja es la editorial Candaya, construida piedra a piedra desde la independencia, luchando por cada libro, cada autor, cada presentación, sin regalar nada y entregándose que es algo que no todos entienden. Estuvieron comiendo en casa cuando vivía en Olivella, asistí a cuantos eventos literarios pude asistir, entre otros, la inauguración de su sede de Poble Sec en Barcelona y los míticos viernes de Candaya donde Olga cocina croquetas y el maestro cervecero del barrio, un barril de cerveza. Siempre hablaban de la generosidad de los demás cuando los anfitriones eran ellos, los dos, Olga y Paco, Candaya.
Sin saberlo, mientras ellos mueren, leo “Vivir con nuestros muertos” (Libros del Asteroide) de Delphine Horvilleur, rabina, escritora y filósofa francesa: <<Nadie sabe hablar de la muerte y puede que esta sea la definición más precisa que se pueda dar de ella. Escapa a las palabras porque rubrica precisamente el fin de la palabra. La del que se va, pero también la de quienes lo sobreviven y que, en su estupefacción, siempre harán un mal uso de la lengua. Pues las palabras, en el duelo, han dejado de comunicar.>>

jueves, 13 de octubre de 2022

La muerte profunda

 



La celebración de la vida consiste en saber morir … a los padres, los amigos, los allegados. Diana Zaforteza está ahí y en su nombre, la rodean todos los que la conocen, la quieren, su familia más íntima, sus amigos. Os veo a todos, sé que algunos pocos sabéis morir, otros, los más jóvenes, en este mismo momento en el tanatorio de las Corts, lo estáis aprendiendo. Diana era de las que sabían morir, aprendió hace años con su padre. Después, siguió aprendiendo; al ser editora tenía un altar excepcional para celebrar la vida, editó con refinada elegancia a escritores suicidas que se hicieron amigos, editó lo que quiso, con libertad y cuando ya no pudo se rodeó de los amigos y también con total libertad, lloró. El tiempo para llorar es algo que solamente adquieren los que también han tenido tiempo para celebrar la vida. Y ahora estamos aquí sin pedir explicaciones porque aprendemos, sabemos morir. Movimiento único, fue el último libro que Diana editó. En la última página de ese libro y ante la muerte de Bolaño, Diego Gándara escribe: <<Rodrigo me dijo que no me entristeciera, que a los amigos había que amarlos en vida y que después sólo tocaba recordarlos>> A partir de ahí y frente a la muerte reciente, como último eslabón de la cadena, el trabajo de la muerte profunda, tantas veces escrita por Lou Reed y Manuel Vilas, el tiempo.